En Despiertas creemos que la sangre menstrual no es sucia, es sagrada. Es tiempo de romper con los mitos que por generaciones han cargado de vergüenza, desinformación y silencio a nuestros cuerpos.
Esta sección existe para resignificar la menstruación desde el conocimiento, la ciencia, el amor propio y los saberes ancestrales.
Porque cuando desmitificamos, liberamos.
Gracias a su composición libre de químicos, la sangre recolectada con Weycup deja de ser un desecho. Contiene células madre, hierro y nutrientes que incluso pueden ser usados para fertilizar plantas. Este simple acto cambia la narrativa: de ocultar a honrar.

La “virginidad” es una construcción cultural, no una condición médica. Usar la copa no cambia quién eres ni tu valor como persona. El himen puede estirarse o romperse por muchas razones (deporte, bicicleta, danza), y no define tu sexualidad ni tu identidad.
La copa es un instrumento de salud, no un marcador de pureza.
Tu cuerpo merece respeto, no juicios.
No. La sangre menstrual esta llena de nutrientes y completamente natural.
El mal olor aparece solo cuando se combina con químicos de toallas o tampones desechables y permanece expuesta al aire.
Con Weycup, la sangre se mantiene dentro del cuerpo, sin olor y sin residuos tóxicos.
Tu sangre no es sucia: es vida.
No. Fisiológicamente, es imposible. Tu vagina tiene un tope: el cuello del útero o cervix.
La copa no puede ir más allá.Si cuesta trabajo retirarla, relájate, respira profundo y usa tus dedos para localizar la base. Con práctica y confianza, todo fluye mejor.
Conocer tu cuerpo es empoderarte.
Sí. La copa es segura para quienes no han tenido relaciones sexuales. Solo requiere un poco de paciencia y autoconocimiento para encontrar la mejor forma de insertarla.
Usarla no cambia tu cuerpo ni tu identidad.
Tu cuerpo es tuyo, y decidir cómo cuidarlo también.
Recuerda que en Despiertas, ofrecemos una talla chiquita que esta principalmente pensada para estas experiencias iniciales de autoexploración con su uso.
No solo no es peligroso: puede ser muy beneficioso.
La sangre menstrual es rica en nitrógeno, hierro y minerales, y puede usarse como fertilizante natural en plantas, siempre que no haya infecciones activas.
Esto forma parte de una práctica ancestral de reconexión con la Tierra.
Tu sangre nutre. Literalmente.
Nada grave. Mancharse no es un fracaso, es parte de un proceso de aprendizaje y adaptación.
Ajustar la talla, revisar la colocación o vaciarla a tiempo suele ser suficiente.
Tu cuerpo se expresa y merece paciencia, no vergüenza.
Mancharse no es motivo de pena. Es señal de vida.
Por supuesto. Hablar del ciclo menstrual es un acto de sanación colectiva.
Romper el silencio es liberarte del estigma que por siglos ha desconectado a las mujeres de su cuerpo y su poder.
Tu ciclo es parte de tu sabiduría.
Nombrarlo es honrarlo.
Weycup no solo es suave y flexible, también fue diseñada para adaptarse al movimiento del cuerpo.
Su terminación redondeada y su textura sedosa permiten una inserción cómoda, sin lastimar ni generar fricción.